Discordia

Nada de todo esto está haciendo que me olvide de su cerebro o su piel, ni de sus manos agujereando mi cuerpo. Escarbo haciendo mayor la herida y le echo tierra intentando que le crezca algo encima, pero en el fondo sé que no lo conseguiré. Quizá tú también lo sepas, y por eso nos duela tanto. Pero mientras no pienso no me importa mirarte a los ojos y decirte que no le echo de menos. Miento. Pero no retiro la mirada. Me gusta el sabor de la decepción cuando no apartas la vista, el aroma de tu piel cuando nos rendimos a la inercia en la cama. Y me alegra que pese a todo puedas quererme y aún sepas perdonarme. Ahora sólo somos tú y yo, y su recuerdo grabado a fuego en cada célula de mi organismo. No te prometo olvidarle. No te prometo enamorarme otra vez. Ni de ti, ni de nadie. Duele más de lo que imaginas, pero es esto o matarme. Todavía soy un poco cobarde.


Rogue Waves, Eyes